¿Qué es el síndrome del intestino irritable?

Dra. Margarita Sanz
2/5/2023
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Cuando estudié medicina recuerdo que el síndrome de intestino irritable (SII) se consideraba una condición de origen psicológico o emocional (relacionado al estrés). Actualmente es claro que su origen no es psicosomático y que el estrés aunque es un factor importante en el SII no es su única causa.

El SII es una condición gastrointestinal frecuente con una prevalencia estimada entre el 3 al 28% de la población. Sus síntomas incluyen dolor abdominal, cólicos, distensión, gases, diarrea o estreñimiento, o ambos. Es un diagnóstico de exclusión, es decir, solo se debe considerar después de descartar otras condiciones como enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer y enfermedad celiaca.

Este síndrome es uno de los principales motivos de consulta médica en la actualidad, desafortunadamente, aunque es una condición frecuente la mayoría de las personas con SII pasan años intentando encontrar una solución real a su problema y solo obtienen un tratamiento basado en manejo de  los síntomas que muchas veces no funciona.

Personalmente lo he vivido, entiendo la insatisfacción y frustración que genera no tener claro qué pasa en tu cuerpo, sentir todos los días síntomas que deterioran la calidad de tu vida e interfieren de forma significativa en el normal desarrollo de tus actividades diarias.

El tratamiento que la medicina convencional  ofrece a los pacientes con SII no tiene como objetivo principal establecer la causa real del problema, se enfoca principalmente en el manejo de los síntomas con medicamentos. Ante este panorama la medicina funcional ofrece a los pacientes con este diagnóstico  un abordaje diferente de su enfermedad. Su objetivo principal es determinar la causa raíz de la enfermedad (¿Por qué persona tiene SII?) y establecer un tratamiento personalizado.

Es importante aclarar que las personas con SII no solo tienen síntomas gastrointestinales, es frecuente que presenten síntomas extraintestinales como migrañas, dolores de cabeza, dolor pélvico, fatiga, ansiedad y depresión. Se ha estimado que el 48% de los pacientes con fibromialgia tienen también síndrome de intestino irritable.

¿Cuáles son las causas del Síndrome de Intestino Irritable?

El SII no es una condición con un solo origen, tiene múltiples posibles causas que varían en cada persona.

Encontrar la causa subyacente no es siempre fácil y en ocasiones es un proceso que toma tiempo. No existe una pastilla o suplemento mágico que cure súbitamente esta condición, su diagnóstico y tratamiento requiere un trabajo en equipo y  un gran  compromiso y determinación por parte del paciente.

  1. Alergias o sensibilidades alimentarias



Las reacciones adversas a los alimentos pueden dividirse en tres categorías: alergias, intolerancias y sensibilidades.

Las alergias alimentarias se generan cuando el sistema inmune reacciona a los componentes de un alimento, los síntomas son muy obvios y se producen inmediatamente después de haberlo ingerido, incluyen lesiones en piel, urticaria, dolor abdominal, tos, dificultad para respirar y hasta la muerte por shock anafiláctico.

Las intolerancias y sensibilidades alimenticias son más difíciles de identificar porque la reacción puede ser tardía y los síntomas vagos. Una intolerancia alimenticia es una reacción no inmunológica  que puede ocurrir como resultado de reacción a ciertos químicos en las comidas o cuando las personas no tienen las enzimas necesarias para digerir una comida (como en la intolerancia a la lactosa).

La sensibilidad alimentaria está asociada frecuentemente a una condición conocida como aumento en la permeabilidad intestinal. Cuando existe aumento en la permeabilidad intestinal hay paso de partículas de gran tamaño desde la luz intestinal al torrente sanguíneo desencadenando una reacción inmune y un proceso inflamatorio asociado. Los síntomas son muchas veces inespecíficos y pueden tomar horas e incluso días en aparecer, incluyen migrañas,  depresión, ansiedad, síntomas intestinales, secreción de moco, infecciones en el oído, problemas de los senos paranasales, dolores articulares y  acné.

Hay varios estudios que relacionan las alergias y sensibilidades alimenticias con el SII y establecen que existe reducción de los síntomas posterior al retiro de estos alimentos de la dieta.

Los alimentos que generan  frecuentemente reacciones en las personas son: el gluten (encontrado en el trigo, cebada, centeno y espelta), los lácteos, soya, huevos, maíz y maní.

2.Permeabilidad intestinal

El intestino delgado es la parte del tracto gastrointestinal encargada principalmente de la absorción de los alimentos. La pared del intestino tienen una capa interna conformada por células que tienen uniones entre sí. Estas uniones intercelulares actúan como una barrera selectiva  permitiendo solo el paso de pequeñas partículas y evitando que ingresen al torrente sanguíneo partículas potencialmente dañinas.

Cuando ocurre daño en estas uniones celulares (por antibióticos, anti-inflamatorios, esteroides, infecciones, estrés, alimentos) hay paso de bacterias, sustancias exógenas y partículas de comida no digeridas  al torrente sanguíneo. Estas partículas de gran tamaño que llegan a la sangre  son tratadas por el sistema inmune como invasores externos, generando una reacción inmune y un proceso inflamatorio asociado.

Muchos estudios han demostrado la relación que existe entre  el aumento de la permeabilidad intestinal  y condiciones como enfermedad inflamatoria intestinal, SII y enfermedad celiaca.

  1. Alteraciones en la flora intestinal-Disbiosis

El ecosistema del intestino alberga alrededor de más de 100 trillones de microorganismos llamados microbiota intestinal. Estos microorganismos tienen funciones esenciales en nuestro cuerpo como modular la actividad del sistema inmune, activar o desactivar hormonas, favorecer la absorción de nutrientes y muchas más. El término disbiosis se refiere a una alteración en el balance y en la composición de estos microorganismos, con sobrecrecimiento de organismos patógenos (parásitos, bacterias y hongos) y disminución en el número de microorganismos beneficiosos.

El desequilibro en el microbioma intestinal es secundario a múltiples factores como una mala dieta, uso de antibióticos, antiácidos y un inadecuado estilo de vida.

En varios estudios se ha demostrado que los pacientes con SII tienden a tener niveles disminuidos de bacterias beneficiosas como lactobacillus y bifidobacterias y aumento de bacterias patógenas.

En  estudios recientes se ha confirmado la relación entre un solo episodio de gastroenteritis bacteriana y el desarrollo posterior de SII y a esto se le llama síndrome de intestino irritable post infeccioso. Los mecanismos subyacentes  no están claros  pero se sugiere  que pueden existir cambios en la función neuronal e inflamación de bajo grado.

  1. SIBO  (por sus siglas en inglés Small Intestinal Bacterial Overgrowth)

Sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado.

La mayoría de las bacterias benéficas se encuentran en el intestino grueso, sin embargo, en ocasiones puede existir un sobrecrecimiento de ciertos tipos de bacterias en el intestino delgado y desencadenar una serie de problemas y síntomas. Estas bacterias en el intestino delgado interfieren en la digestión y absorción de nutrientes, fermentan los alimentos y esto lleva a producción de gas generando síntomas como distensión  y gases.

Un gran porcentaje de los pacientes con SII tienen SIBO y cuando se maneja el sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado  los pacientes experimentan mejoría significativa de los síntomas.  

  1. Estrés

Muchas personas creen que el proceso de digestión solo incluye el sistema gastrointestinal, sin embargo, existe una conexión permanente y bidireccional entre el intestino y el  sistema nervioso central  que permite un adecuado funcionamiento del mismo  y a esto se le ha denominado el eje cerebro-intestino.

Muchos pacientes con SII presentan aumento de los síntomas cuando experimentan  altos niveles de estrés. Esto se debe a  la activación de una parte del sistema nervioso autónomo denominada el sistema nervioso simpático que se encarga de preparar al cuerpo para la acción (lucha y huida).

Cuando el sistema nervioso simpático  está activo el sistema digestivo entra “en pausa” , es decir su funcionamiento es más lento y no prioritario. A largo plazo la activación crónica del sistema nervioso simpático genera  dismotilidad e imbalances  en la función del sistema digestivo.

El estrés crónico desencadena alteraciones en el microbioma intestinal  y promueve el desarrollo de permeabilidad intestinal. La evidencia científica soporta el importante rol que desempeña el estrés en el SII al generar disrupción del eje intestino-cerebro  y  exacerbación de los síntomas.

Implementar prácticas para reducir el estrés  y  activar  el sistema nervioso parasimpático que contrarresta el efecto simpático como yoga, meditación y mindfulness, permite al cuerpo entrar en un estado que favorece la  reparación y  la digestión.

¿Qué puedo hacer si tengo eñl Síndrome del Intestino Irritable?
  1. Asesorarte de un médico funcional para hacer una valoración detallada de tu historia clínica, síntomas, establecer la causa raíz  de tu SII e iniciar un plan de manejo individualizado.
  2. Determinar alergias y sensibilidades alimentarias. El patrón de oro para determinar los alimentos que estén generando  sensibilidades alimenticias es la dieta de eliminación. Esta consiste en retirar por un tiempo determinado alimentos que pueden estar generando reacción (lácteos, gluten, huevo, soya, maní, maíz),reintroducirlos  posteriormente uno a uno y determinar si se presentan síntomas.
  3. Recuperar la salud sistema gastrointestinal

Esto incluye un programa de 5R que incluye remover, reemplazar, reinocular, reparar y rebalancear.

Remover:

Retirar  todo lo que esté irritando  y afectando negativamente el intestino  como:

  • Comidas inflamatorias como alcohol, cafeína, alimentos procesados y aditivos.
  • Alimentos  que generen sensibilidad y una  respuesta inmune como gluten , lácteos, maíz, soya, huevos y maní (en un programa de dieta de eliminación).
  • Retirar medicamentos como anti-inflamatorios (aspirina – analgésicos)
  • Remover infecciones bacterianas, parasitarias  o secundarias a sobrecrecimiento de hongos.

Reemplazar  

En algunas ocasiones pueden existir deficiencia  en la producción de  ácido gástrico, bilis o enzimas digestivas. Parte del plan para sanar el sistema digestivo puede incluir  uso betaína HCL, sales biliares y enzimas que permitan una adecuada digestión.

También es importante establecer deficiencias nutricionales  ya que muchas condiciones digestivas pueden  afectar la absorción de nutrientes como vitamina B12, hierro, calcio, magnesio y zinc. Si hay deficiencia es importante incorporar a la dieta alimentos ricos en estos nutrientes  y en ocasiones  suplementos.

Reinocular

Restaurar el balance del ecosistema intestinal es vital para su adecuado funcionamiento. La microbiota intestinal juega un papel importante en mantener una respuesta inflamatoria balanceada y controlada. La disbiosis intestinal puede contribuir al desarrollo y persistencia de síntomas en SII.  Para restablecer el microbioma intestinal se pueden utilizar  probióticos, prebióticos y simbióticos.

El uso de probióticos promueve una rápida recuperación de imbalances en la microbiota intestinal, ayuda a reducir la inflamación y a combatir patógenos .

Reparar

Aportar nutrientes necesarios para una adecuada reparación del epitelio intestinal y reducir la permeabilidad intestinal

  • Alimentos ricos en  vitaminas como A, C,D y  minerales como el zinc.
  • Comidas ricas en aminoácidos como caldo de hueso
  • Suplementos como L glutamina, aloe vera y colágeno.

Rebalancear

El estilo de vida tiene una enorme influencia sobre nuestro sistema digestivo y salud en general.

Además de manejar el estrés, es importante dormir suficiente, tener relaciones interpersonales que nos permitan ser felices, sentirnos satisfechos con nuestro trabajo y crear una espiritualidad que nos permita estar presentes y disfrutar el ahora.

El ejercicio es  indispensable en el manejo y prevención  de casi todas las enfermedades crónicas. Existen estudios que han demostrado que la práctica regular de ejercicio reduce los síntomas de intestino irritable al aumentar la motilidad intestinal, disminuir la retención de gas y mejora el estrés.

Se recomienda 150 minutos de actividad física de moderada intensidad a la semana como mínimo.