La microbiota intestinal desempeña un papel crucial en la salud del cuerpo humano. Un microbioma intestinal balanceado y diverso disminuye el riesgo de desarrollar infecciones, problemas digestivos, obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares y autoinmunidad, entre otros.
Una evaluación de la microbiota intestinal es importante para personas con dificultad para bajar de peso o problemas de salud crónicos.
A continuación te cuento qué impacto tiene la microbiota intestinal en tu salud.
Una microbiota intestinal diversa y balanceada disminuye el riesgo de desarrollar infecciones. En algunos estudios se ha observado como una microbiota intestinal alterada se puede asociar con progresión de enfermedades como VIH y hepatitis B.
Alteraciones en el número y diversidad de la microbiota intestinal se ha relacionado con patologías como el síndrome de intestino irritable, SIBO (sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado) y enfermedad inflamatoria intestinal.
La microbiota intestinal desempeña un papel importante en la motilidad intestinal, la sensibilidad visceral y en el eje intestino-cerebro, y estos factores a su vez están implicados en la fisiopatología del síndrome de intestino irritable.
Una microbiota intestinal alterada puede llevar a producción de endotoxinas como lipopolisacáridos que actúan sobre las uniones de las células del epitelio intestinal generando un aumento en la permeabilidad intestinal.
Varios estudios han demostrado que la microbiota intestinal es un modulador importante en el desarrollo de alteraciones metabólicas. Estos sugieren que cambios en la microbiota intestinal, específicamente aumento de especies firmicutes y disminución de bacteroidetes, juega un papel importante en el desarrollo de obesidad, probablemente interactuando con factores genéticos.
Se ha documentado que una microbiota intestinal alterada promueve el desarrollo de obesidad al aumentar la cantidad de energía (calorías) que se extrae de la dieta, promover cambios en la permeabilidad intestinal (que lleva a inflamación y estimulación del sistema inmune), aumentar el apetito (aumento en la secreción de grelina) y generar alteraciones en los mecanismos de saciedad.
Al existir una microbiota intestinal alterada y un aumento en la permeabilidad intestinal, se genera paso de bacterias y/o de sus componentes al torrente sanguíneo, desencadenando una cascada inflamatoria que se asocia con el desarrollo de obesidad y resistencia a la insulina. A esto se le ha llamado endotoxemia metabólica.
Los cambios en la microbiota intestinal, el aumento de la permeabilidad intestinal y la endotoxemia desempeñan un papel importante en el desarrollo de un estado inflamatorio crónico que contribuye al desarrollo de obesidad y enfermedades metabólicas crónicas, como el hígado graso no alcohólico.
En personas con dificultad para bajar de peso a pesar de múltiples cambios en la alimentación y estilo de vida, es importante valorar si existe una alteración en el balance de la microbiota intestinal.
Se ha observado un aumento en el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer principalmente de colon en personas con alteraciones de la microbiota intestinal. El aumento de bacterias oportunistas y patógenas tienen un efecto proinflamatorio que puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de colon.
Algunos estudios han encontrado diferencias en la composición de la microbiota intestinal en mujeres con cáncer de mama y mujeres sanas, lo que sugiere que algunos tipos de bacterias pueden estar asociadas con el desarrollo de cáncer de mama y con diferentes respuestas al tratamiento.
Cambios en la composición de la microbiota intestinal se ha asociado con patologías como diabetes hipertensión, enfermedades cardiovasculares y aterosclerosis
Recientemente, se ha observado que los ácidos grasos de cadena corta producidos por la microbiota pueden tener un efecto benéfico en la modulación de la presión arterial. Algunos estudios han encontrado disminución en los niveles y diversidad de la microbiota intestinal en niños con diabetes tipo 1 y adultos con diabetes tipo 2 (secundario a paso de metabolitos perjudiciales de bacterias a la sangre que condiciona inflamación crónica).
Una de las funciones de la microbiota intestinal es “enseñar” al sistema inmune como tolerar las proteínas de alimentos, alérgenos ambientales y aprender a reconocer los tejidos propios. La microbiota intestinal interactúa con el sistema inmune, promoviendo la maduración de células reguladoras y presentadoras de antígenos que juegan un papel fundamental en el desarrollo de la tolerancia inmunológica.
Cambios en la microbiota secundarios a uso de antibióticos en la infancia puede aumentar la susceptibilidad de desarrollar asma.
A través de mecanismos inmunes complejos y el eje intestino-piel la microbiota intestinal afecta el estado de la piel. Alteraciones en el balance de la microbiota está relacionado con varias condiciones dermatológicas como acné, psoriasis y rosácea.
Un adecuado funcionamiento del eje intestino-cerebro es vital para la salud del sistema digestivo. Recientemente, se ha documentado que la microbiota intestinal es un importante regulador de este eje y por esto se habla en ocasiones del eje microbiota-intestino-cerebro. En estudios se ha establecido relación entre una microbiota intestinal alterada y enfermedades como autismo,enfermedades neurodegenerativas, ansiedad y depresión.